domingo, 27 de febrero de 2011

Seguimos en África


Ébano de Kapuściński, : los ojos que vieron la historia de mil revoluciones en África
 
Ébano
Ryszard Kapuściński,
Traducción al castellano de Agata Orzeszek
Anagrama, Barcelona, 2000
340 páginas. 23.75 Euros

Ryszard Kapuściński, entre otras cosas, despierta admiración por su capacidad de adaptar  el oficio de periodista a su forma de vida, y lo hace ver  como algo que inevitablemente se acepta de buena gana si de verdad se ama la profesión. Una de las cosas que se agradecen de este libro es que lo demuestra con creces. Se trata de una actitud que también explica en profundidad en Los cínicos no sirven para este oficio, donde hace apología de cuál es la  naturaleza del buen periodista, aquel cuyo objetivo es el de vivir a ras de piel aquello de lo que quiere escribir porque, ¿de qué otro modo se puede profundizar en algo? Tras ser nombrado corresponsal del extranjero en su país natal, Polonia, inició en el 1964 una serie de viajes que han caracterizado por completo su trayectoria literaria, estando siempre presente en el ojo del huracán reportando  guerras, golpes de estado y revoluciones. Ha sido espectador y víctima de estos procesos en casi todos los continentes: Ásia, Améria, Europa y sobretodo, África. Y por este  motivo, ha sido reconocido y galardonado por su trabajo en varias ocasiones.
En Ébano, Kapuściński se hace testigo de los procesos de independencia que se vivieron en varios países de África entre los años 60 y 70. Hasta aquel momento la historia había estado contada por las memorias de historiadores de Occidente; el autor sigue esa tradición pero paradójicamente cambia la perspectiva: él se mete en el bullicio político y se sumerge en las formas de vida más pobres de las comunidades africanas. Decide, simplemente, vivir sin las típicas comodidades del periodista corresponsal. Y atacado por el clima despiadado, la malaria y el peligro de las guerrillas consigue efectuar un análisis de la situación de esos procesos desde muy adentro. Este libro es imprescindible para comprender de qué mal está padeciendo África y para ello, Kapuściński se remonta incluso a los 300 funestos años de esclavitud y a los procesos coloniales y sus respectivas guerras para argumentar que la hambruna y la miseria de los países más pobres son dolencias que proceden directamente de los intereses de Europa. Pero todo ello lo explica sutilmente, a través de la contextualización y la descripción. Él deja hablar a las personalidades, expone sus palabras y permite que la lógica de acción-consecuencia reflejada a  través de sus actos construyan las explicaciones de una forma natural.
Periodista, historiador, ensayista, novelista, poeta…se le ha descrito respecto a su obra con estos adjetivos y son acertados puesto que ejerce cada uno de ellos a la hora de escribir.  En Ébano nos informa como un periodista; nos ubica rigurosamente en el contexto histórico; analiza de forma única aquello que nos explica a modo de ensayo y describe con peligrosa aproximación la realidad con unas descripciones que rallan la esencia de un discurso poético. Es por eso que este libro resulta una mezcla entre relatos autobiográficos y un conjunto de textos divulgativos que recoge a modo de novela. Sus descripciones sobre sus experiencias son lo más brillante: tan cargadas, tan completas que casi parecen irreales. Todo ello denota su amor, o al menos su srelación simbiótica, con este continente.
Definitivamente Ébano no es un libro de viajes donde se describen a grandes rasgos los aspectos de la cultura, las costumbres y la forma de vida de la gente de los países africanos que visita. Corresponde a una memoria que el autor ha sabido captar a través de sus sentidos de la forma más humilde para poder transmitirla más tarde entre las páginas de esta obra.
“Por eso los grandes antropólogos jamás han hablado de cultura africana; sabían que tales cosas no existen, que la esencia de África consiste en su infinita diferenciación…cada pueblo es un mundo a parte, único e irrepetible”: Es lo que nos hace entender Kapuściński en esta obra literaria. Para todos aquellos que  acercarse a una visión más certera pueden empezar por este libro, eso sí, rechazando previamente algunos estereotipos y apartando a un lado nuestra visión etnocentrista.



Patricia Porteros